sábado, 29 de noviembre de 2014

Colita / El profundo desprecio que siento hacia los políticos

Colita y Gabo

Colita

"No puedo expresar el profundo desprecio 

que siento hacia los políticos"


Con la libertad del que ha dicho y hecho lo que le ha dado la gana toda la vida, la fotógrafa nos recibe en su casa barcelonesa para repasar algunos de los mejores capítulos de su trayectoria.

Colita, el ojo crítico
Colita en su rincón de trabajo.
Foto: Sergio Moya
Colita vive sola con sus cuatro gatos en una casa tranquila y soleada en medio de Barcelona, y, sin embargo, no se puede decir que haya nada solitario en esta mujer fuerte y decidida, malhablada, sensible y sumamente educada, que, sin otra voluntad que retratar a sus amigos, realizó algunas de las fotografías más importantes de su época.
¿Cómo empezó su afición a la fotografía?
Mi padre era ingeniero y siempre me obsequiaba cosas útiles. Cuando cumplí 12 años, me regaló una cámara. Empecé a hacer fotos a mi familia, a los gatos, a todo lo que me rodeaba. Algunos años después, conocí a Oriol Maspons y descubrí que los fotógrafos hacían lo que les daba la gana, lo pasaban pipa y, encima, cobraban. Pero nunca me dije: «Voy a ser fotógrafa». Lo que yo quería era ir a tomar copas a Bocaccio, pasar los fines de semana en la Costa Brava y divertirme.
Su familia pertenecía a la burguesía, ¿la apoyó? ¿Le parecía normal que una mujer quisiera ganarse la vida haciendo fotos?
El plan era que fuese farmacéutica, pero acabé haciendo Letras. Primero quise ser azafata, para largarme de casa lo antes posible. Cuando se lo dije a mi padre, exclamó: «¿Acaso quieres ser una criada?».Y cuando, más tarde, le dije que iba a ser fotógrafa, dijo: «¿Fotógrafa? ¿Como esos desgraciados que en los aperitivos del Ayuntamiento se lanzan sobre la comida?». Entonces me fui unos meses a París. Como me negaba a volver, tuvieron que venir a buscarme.
Colita, el ojo crítico
La fotógrafa tiene una vitrina donde resguarda sus antiguas cámaras.
Foto: Sergio Moya
Y regresó a Barcelona.
Sí. Y conocí a Paco Revés, un personaje clave en mi vida. Estaba haciendo el casting para la película Los Tarantos y me llevaba con él a ver a los gitanos. Lo pasaba pipa. La idea siempre era pasarlo bien. Muchas veces no puede ser, claro, pero no me resigno.
Y conoció a Carmen Amaya.
Sí, me llamaba «torera», le caía simpática, fue la primera persona que me compró una foto, pero nunca fuimos amigas. Ella se hacía sobre todo con los gitanos.
¿Llevaba siempre la cámara encima? 
No era una obsesa, solía llevarla, pero no siempre. Ahora todo el mundo se retrata constantemente. Yo no estoy en Instagram, pero me parece estupendo. La fotografía es un lenguaje, y que ese lenguaje haya transcendido a todo el mundo está muy bien.
Colita, el ojo crítico
Las paredes de su casa están cubiertas de fotografías.
Foto: Sergio Moya
Fotografiaba a sus amigos.
Sí, cuando me emborrachaba con Jaime Gil de Biedma no sabía que iba a ser el mejor poeta de su generación. Pero al conocerlo, pensé: «Ay, yo te necesito en mi vida, yo quiero verte, todo el rato». Cuando ahora me preguntan que de qué hablábamos… pues no sé, hablábamos de libros, claro, pero lo que hacíamos, sobre todo, era beber y cantar boleros. Eso es la amistad, ¿no?
¿Cómo era Jaime Gil de Biedma?
Era una de las personas más increíbles que he conocido. No solo era guapísimo, sino que era muy inteligente, muy culto, aunque nunca te lo restregaba por las narices. Pero no aguantaba la estupidez, le vi dar algún rapapolvo terrible. Yo tampoco aguanto la estupidez. A veces, prefiero la ignorancia a la estupidez.
¿Echa de menos a sus amigos? Su casa está llena de fotos, de recuerdos.
Cada día. Los amigos no se borran nunca, son una parte esencial de la vida. Yo no olvido.
Colita, el ojo crítico
Colita mirando por la ventana que da a su jardín.
Foto: Sergio Moya
¿Cómo era la Gauche Divine?
Éramos un grupo de gente que nos gustábamos, que nos llevábamos bien, que pasábamos los veranos juntos. Se daba por sentado que éramos inteligentes, brillantes, divertidos y sexies. Estábamos encantados de habernos conocido. Trabajábamos mucho pero no nos tomábamos en serio.
¿Y Joan Manuel Serrat? ¿Cómo lo conoció? 
Una noche, conocí al dueño de una discográfica en la barra de Bocaccio, me lo presentó su mujer. Me dijo: «Ah, ¿tú haces fotos? ¿Por qué no me vienes a ver mañana a la oficina? Al día siguiente, estaba retratando a Serrat. Tenía muchas ganas de juerga todo el día. Recuerdo que venía a casa a ver el fútbol.
Hizo de reportera gráfica durante años. ¿Qué opina de la reforma de la ley del aborto? 
Yo siempre he ayudado a las mujeres que no querían tener hijos, también a las que sí querían y eran madres solteras o lo que fuera, y pienso seguir haciéndolo. Estoy a favor de la libertad de la mujer, en lo que se refiere a su coño, y en todo lo demás.
Colita, el ojo crítico
Herramienta mítica Manipulando su vieja Pentax.
Foto: Sergio Moya
Vive en Cataluña, ¿qué piensa sobre el independentismo? 
Yo soy primero barcelonesa, después catalana y, hasta hace poco, española. Pero, como muchos españoles, tengo un problema con el PP. No puedo expresar con palabras el profundo desprecio que siento hacia la clase política española. Que Cataluña sea independiente me importa un bledo, siempre y cuando la clase política actual quede totalmente eliminada. Si siguen los mismos, yo me borro. Hay que sacar a todas esas momias, que venga gente nueva, aunque se equivoque. Los de mi generación ya estamos cansados, cansados de firmar una carta de reivindicación cada día. A veces me pregunto qué hemos hecho mal.
Se ha acabado el tiempo de la entrevista y nos acompaña hasta la entrada. En la puerta nos mira, al fotógrafo y a mí, y dice: «Yo, de vosotros, empezaría a construir una guillotina y la colocaría en Plaza Cataluña». Cierra la puerta. La oigo alejarse canturreando.
Colita, el ojo crítico
El ordenador de la fotógrafa con una de sus conocidas imágenes: Vargas Llosa, Donoso, García Márquez y sus mujeres.
Foto: Sergio Moya
Colita, el ojo crítico
¿Quién no querría tener un «gallifante» en casa? Ella lo tiene.
Foto: Sergio Moya
Colita, el ojo crítico
La fotógrafa, de niña, con su hermano y su madre.
Foto: Sergio Moya
Colita, el ojo crítico
En su casa hay una habitación dedicada al orden de su material gráfico.
Foto: Sergio Moya
Colita, el ojo crítico
Colita guarda el chaleco de sus años de reportera gráfica.






viernes, 28 de noviembre de 2014

Colita / La retratista de la Gauche Divine

Colita y Serrat

Colita, la retratista de la Gauche Divine, 

gana el Nacional de Fotografía

La catalana ha criticado la poca atención de las instituciones públicas al arte fotográfico


Colita en una retrospectiva el marzo pasado / CONSUELO BAUTISTA
“No sé ni dónde estoy; pero te juro que te llamaré”. Eso recita el contestador del móvil de Colita: el mismo humor, retranca, inteligencia e ironía que rezuman la mayor parte de las fotografías que ha ido captando con sus cámaras a lo largo de casi cinco décadas de vida profesional, esa que el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte ha reconocido con el Premio Nacional de Fotografía 2014, dotado con 30.000 euros.
“Para no educarme como una imbécil, mi padre sólo me regalaba cámaras y guitarras y no muñecas”, recordaba hace poco, evocando la primera cámara de baquelita con la que le obsequió a los 12 años su progenitor, sembrando así la semilla de la fotorreportera Colita, nacida en realidad Isabel Steva Hernández, en Barcelona, en 1940.
Ese carácter dicharachero y con un punto descarado encajó como un guante en los tiempos que le han tocado vivir, básicamente la Barcelona de los años 60 que cobijaron el movimiento sociocultural de la Gauche Divine, de la que sin duda fue una de sus mayores documentalistas gráficas. Estudiante de Letras que completó un año en La Sorbona de París, a su regreso a la capital catalana conoció a fotógrafos como Oriol Maspons, Julio Ubiña y Xavier Miserachs. Fue de ellos de los que aprendió el oficio hasta el extremo de hacer de ese hobby una profesión. De alguna manera, el Premio Nacional a su persona puede leerse como un reconocimiento a esa generación de fotógrafos.
Maspons fue quien más le influyó, más allá incluso del oficio: “Yo tenía 20 años y él me venía a buscar con su Vespa… Me enseñó que los fotógrafos hacían lo que les daba la gana y, encima, cobraban… En realidad, nunca quise ser fotógrafa: sólo quería ir a tomas copas a Bocaccio --la discoteca que hacía de cuartel general de la Gauche Divine-- y pasar los fines de semana en la Costa Brava y divertirme”.
La verdad es que Colita ha trabajado siempre mucho. Especialista, con los años, en el retrato, en 1962 dio las primeras muestras de esta especial y difícil habilidad al elaborar el archivo de personajes de la película Los tarantos, su primer trabajo profesional serio. Ahí conoció y se hizo amiga de la protagonista, la bailaora Camen Amaya. De ahí saldría uno de sus grandes libros, con las últimas imágenes de la bailaora ya en su ataúd. Surgiría también su pasión por el arte flamenco, que la llevaría a trasladarse a Madrid dos años donde, entre otros trabajos, retrató a Antonio Gades y a la Chunga. De todo ello saldría otro volumen clave en su trayectoria: Luces y sombras del flamenco (Lumen, 1975).
Sus amigos, desde Jaime Gil de Biedma y sus inseparables perros, Terenci y Anna María Moix, Jorge Herralde, Rafael Alberti, pero también la Barcelona de los barrios (en especial, los maltratados el Raval y el olvidado Somorrostro), a la olímpica de 1992, el mundo del cine (a través de su relación con la Escuela de Barcelona, que luchaba para despegarse de la filmografía franquista oficial y que la acercó a grandes directores de fotografía como Juan Amorós y Fernando Arribas…), el mundo del espectáculo (con especial atención a las plumas y el travestismo, con personajes como Ocaña o Paulovsky) y las mujeres (“no como seres que aspiran solo a ser bellos sino integradas en la sociedad como trabajadoras”) fueron conformando su particular catálogo. Una obra que fue construyendo también en colaboraciones en revistas tan dispares como Interviu, Cuadernos para el Diálogo, la calle, Bocaccio, Destino, Triunfo
Con la misma fuerza que destilan sus instantáneas ha lamentado Colita el poco cariño que las instituciones públicas han destinado al arte fotográfico y a cuidar el patrimonio fotográfico español. “Tenía que haberlo obtenido mucho antes que otros", decía ella misma en agosto del año pasado, tras la muerte de su maestro y de toda su generación, Maspons, refiriéndose precisamente al Nacional de Fotografía. Junto a él y a otro veterano de la imagen, Leopoldo Pomès, recibió del Ayuntamiento de Barcelona en 1998 la Medalla al Mérito Artístico. La Generalitat de Catalunya, en 2004, le concedió, por su parte, su más alta distinción, la Creu de Sant Jordi. Su obra está ya incluida en la colección del Museo Nacional de arte de Cataluña. Son 44 años de profesión, con más de cuatro decenas de exposiciones y una treintena larga de libros. “He hecho mucha foto alimenticia”, recordaba en hace apenas un año en la gran exposiciónColita Perquè sí! , que la fundación Catalunya La Pedrera realizó en el emblemático edificio de Gaudí que, comisariada por la experta Laura Terré, recogía por vez primera una cuidada y numerosa selección de su obra. Lo decía contemplando las portadas de discos que hizo para, cómo no, otros amigos como Serrat y Ovidi Montllor, entre otros miembros de la Nova Cançó.
Incansable, Colita juga hoy con el Photoshop en su como ella misma inquieta cuenta de Facebook, “para que la gente no crea que estoy muerta”. El Nacional de Fotografía también ayudará, con justicia, a recordarlo.





jueves, 27 de noviembre de 2014

Colita / Recordadme como una virtuosa tocapelotas



Colita
"Recordadme como una virtuosa tocapelotas"

Colita (Barcelona, 1940). Fotógrafa y feminista española. Su nombre verdadero es Isabel Steva Hernández, pero a ella le contaron que nació en una col y se lo creyó para siempre, de ahí el apodo de Colita. Colita está asociada a la llamada “gauche divine” catalana, a la Escuela de Cine de Barcelona, a las azoteas del Ensanche en la década de los sesenta y, sobre todo, a los inolvidables retratos de Antonio Gades, Carmen Amaya, Joan Manuel Serrat o Rafael Alberti.



Empezó a estudiar Civilización Francesa en la Universidad de la Sorbona, pero en su camino se cruzaron los fotógrafos Oriol Maspons, Julio Ubiña y Xavier Miserachs, y Colita se profesionaliza como fotógrafa. En 1961, trabaja un año con Xavier Miserachs, en su laboratorio y también como estilista. En 1962, trabaja en el archivo de personajes de la película "Los Tarantos" del director Rovira Beleta. Es aquí donde se aficiona al flamenco y realiza las fotografías de promoción de Antonio Gades y la Chunga. Fruto de este período, es su libro "Luces y sombras del Flamenco" de 1975.





Colabora con la prensa progresista del momento, Fotogramas, Tele/eXprés, Mundo Diario, Destino. Alterna la prensa con la fotografía de cine, colaborando con la denominada Escuela de Barcelona, que le da la oportunidad de trabajar con los mejores directores de fotografía del momento: Luis Cuadrado, Juan Amorós, Fernando Arribas, entre otros. Su primera exposición fue "Evocación del modernismo" en 1965 una exposición colectiva de artistas plásticos. Se especializa en retrato y realiza una exposición en 1971 en la Galería Aixelà, clausurada al día siguiente por la policía. En 1967 colabora estrechamente con la discográfica Edigsa y el movimiento de la Nova Cançó catalana, realizando campañas de prensa y promoción, portadas de discos, pósters. Especialmente de Guillermina Motta, Núria Feliu y Joan Manuel Serrat. 




Beatriz de Moura, directora de Tusquets Editores, le confía la colección "Serie Negra", que compagina con la dirección del departamento de fotografía de la revista "Vindicación Feminista" hasta 1978. Durante la transición democrática colabora con las revistas Interviú, Reporter, Cuadernos para el diálogo, La Calle. Colita ha realizado más de 40 exposiciones y publicado más de 30 libros de fotografía




Premios: Medalla al Mérito Artístico del Ayuntamiento de Barcelona, 1998. Cruz de Sant Jordi de la Generalitat de Cataluña, 2004.Premio FAD de honor Sebastià Gasch de Artes Parateatrales, 2009. Premio 1º de mayo Joan Reventós a la memoria popular de la Fundación Rafael Campalans. También en 2009 obtuvo el premio Mujeres Periodistas. Premio a la comunicación no sexista.




Colita asegura que es una fotógrafa "de las de antes". "Yo lo hago todo. Domino el oficio por delante y por detrás.”Mis imágenes son un cajón de sastre. Hay un poco de todo, como en botica. Son fotos que pertenecen a mi memoria. En ellas se ve que siempre he hecho lo que me ha dado la gana y que soy la que más se ha divertido".

Ahora está preparando su nueva serie:”Mira lo que veo cuando salgo de paseo”








miércoles, 26 de noviembre de 2014

Colita / La Guache Divine fue una broma


                                          


Colita por Raúl Hidalgo


                                          

Colita
"La Gauche Divine fue una broma"


A raiz de su exposición en la Fundació la Pedrera en Barcelona "Colita porque sí", nos regala esta maravilla de entrevista y una muy especial sesión de fotos.

Podéis ver la exposición hasta el 13 de Julio. 



 A raíz de conocer a Maspons y Miserachs, se dedica profesionalmente a la fotografía, ¿Recuerda como fue esos inicios?.
Mis inicios van más allá, van más lejos, cuando yo era pequeña mi familia y yo veraneábamos en la Garriga, y Oriol Maspons que vivía en L’atmetlla, subía a la Garriga, yo lo conocí allí, él iba vestido con una camisa rosa y unos tirantes muy anchos, era fascinante.
Lo encontré realmente fascinante y además era tan divertido, hay empezamos a conocernos, ha salir juntos una temporada, nada serio.
Él era un profesional de la fotografía y yo una aficionada que hacía fotos a mis papas y a los perritos, y gracias a él accedí a un alto nivel, no sólo como fotógrafa, y descubrí que se podía comer de la fotografía y así empezó la cosa. Y a hacer fotos de manera profesional. 


 Una de las secciones de esta exposición donde estamos es sobre el Somorrostro, y sobretodo sobre la gran Carmen Amaya.  Explíquenos como era ese personaje y como llega a ella.
Paralelamente a Oriol, yo frecuentaba mucho a un grupo de amigos donde estaba también la Matute, Ribelles, íbamos a cenar a una bodegita que había en Sarria, a comer huevos fritos, porque no teníamos un duro, esto era paralelo a mi relación con Oriol, entonces aquí, en  este grupo estaba Ribelles que era el representante de la Chunga, y de la Singla que era una gitanita muy guapa y que también conocía a Carmen Amaya.
Cuando Carmen Amaya se planteó lo de la película “los Tarantos,” Paco Rebés le dijo a Rovira Veleta, el director de la película,  que en vez de Lola Flores que era la elegida para el papel de la taranta,  que cogiera a Carmen Amaya que estaban en Mexico Sin contrato , porqué había una revolución y tiros , habían tenido que cerrar el teatro donde estaban actuando, se quedaron en la calle toda la compañía de Amaya, comían de ella, como siempre.
Y le convencieron para que hiciera la Taranta.
Entonces le hice las fotos a Carmen y además fue la primera persona que me pago por fotografiarla.
Fueron las primeras fotos que me pagaron y además muy bien.
Yo lo que tenía claro es que quería cobrar, no hacer la tonta. Vivir de esto.
Eso lo he tenido siempre muy claro.
Las primeras fotos que hice salieron en la revista Destino, Me pagaron muy bien por unas fotos de gitanos, y las de Carmen Amaya,  luego la de la película de Los Tarantos, que yo les hacía la figuración.
La foto fija de esa película la hacia Pérez de Rota y yo la figuración.
Yo llevaba a figuración de todos los gitanos del Somorrostro, auténticos y verdaderos,  los del Somorrostro y los de Montjuic, toda la figuración eran gitanos llevados por mí al rodaje.
Entonces gracias a eso me involucre mucho más en el mundo gitano y les hice muchas fotos divertidas, conviví mucho con ellos en aquella época e incluso llegue a vivir con ellos.





Somorrostro por Colita

Carmen Amaya por Colita



 ¿Como era ser mujer y fotógrafa en aquella época tan Franquista?
Mira esto lo he dicho muchas veces, siempre he estado rodeada de buenos compañeros, como Maspons, Miserachs, Massats, mis compañeros, eran mis maestros.
Conmigo nunca existió ningún tema de machismo, conmigo dijo, evidentemente había fotógrafos muy machistas, pero conmigo no se metió nadie.
No tuve problemas nunca, bueno había un fotógrafo que era un gran hijo de puta, que no diré el nombre que, ibas a un concierto con dos cámaras de quita y pon y dejabas una en el bolso y él venia disimuladamente y te cambiaba las velocidades o los diafragmas.
De repente revelabas y decías pero que ha pasado aquí. Luego nos dimos cuenta que lo hacía él.


 Usted trabaja también para el mundo de cine, la llamada Escuela de Barcelona. ¿En que películas colabora y como es su colaboración en ellas? 
Colaboré en el cine con Vicente Aranda, Gonzalo Suárez,Jacinto Esteban, Jaime Camino.
Las maravillosas fotos de Capucine son de la película de Vicente Arada que a mi me gusta mucho, que se llamó “Las Crueles” o “El cadáver Exquisito” le cambiaron el título varias veces, entonces eran todos amigos míos, y ahí si que hice foto fija.
He hecho mucha foto fija y además en aquella época se pagaba muy bien, porque currábamos y nos pagaban 8000 pesetas a la semana que era un dineral, y además el foto fija estabas todo el día arrascándote el culo, no se trabajaba nada.
Yo convencí a los directores que no hacia falta que estuviese todo el rodaje allí, que leyendo el guión como lo que tenias que hacer era lo más espectacular de la película no hacia falta que yo estuviese durante todas las sesiones, entonces lo que yo hacia contrataba tantas sesiones, a mi salía a cuenta y a ellos también.
Entonces por ejemplo yo hacia la película en 10 sesiones, le daba todos los negativos, yo por desgracia no guardo casi nada del cine,  y sabe Dios donde estarán esos negativos.




Colita por Raúl Hidalgo




Usted se especialista en retratos, y en ellos podemos encontrar a artistas, y personajes tan populares como Terenci Moix, Enric Majó, Serrat, Ocaña,  Gil de Biedma…
Terenci y Biedma eran amigos, amigos del alma,  amigos de corazón, de esos que nunca te fallan y amas de por vida.
Con Terenci me he reído como nunca más lo he hecho,  me he reído mucho con él era un tio muy divertido, era muy amigo mío, pasábamos juntos el año nuevo, la navidad, su hermana Ana Maria había trabajado mucho conmigo y además era muy amiga mía, con Terenci éramos casi familia.
Y con Biedma también, habíamos pasado veranos juntos en casa en Bagur, hasta que se compró la rectoría.
Los retratos que le hacia a ellos eran totalmente naturales, lo que pasa que por ejemplo la foto de Gil de Biedma con los perros encima de él, se los puse yo, los perros naturalmente no corrían por encima de Jaime, esos perros los puse yo encima y él muerto de risa porque le hacían cosquillas, esa foto la monté yo.
Por ejempo hay muchas fotos que están montadas, todas las de la Gauche Divine, están montadas, claro un tío vestido de smoking subido a un montón de basura, ¿que crees que eso es normal?, que te encuentras un montón de basura y hay un tío de smoking subido, (risas)
La de Terenci y el látigo también se lo puse yo, yo he jugado mucho con mis personajes.
Mira tu tienes que pensar, que yo juego en su campo, no en el mío. Trabajo para ellos,  y si hacemos una broma, esa broma les va a beneficiar, no a ir contra ellos, ellos cuando se miren tienen que pensar que divertida y estupenda esta foto.
Como las fotos que tengo de Serrat, tu las miras y dices que tío más simpático, en cambio otros fotógrafos lo sacan con cara de palo.
Eso es una habilidad, no lo llamaría arte, sacar lo mejor de tus personajes es una habilidad. Y es ser profesional.
Terenci by Colita

Serrat por Colita



Refleja también la Barcelona Underground de la mano de Ocaña y Camilo, una de las fotos estrella de esta exposición, ¿Cómo era fotografiar a ellos? Y esas fotografías de las primeras manifestaciones gays.
Lo de las manifestaciones Gays era porque yo trabajaba para Interviu, para todo el grupo Z y las manifestaciones me la comía todas.
Pero las de Ocaña y Camilo,  recuerdo un día que yo iba a la exposición de Maria Girona, aquí en la calle Consell de Cent, y entonces llegó Xavier Oliver con Ocaña y Camilo,  los dos guapísimos, Camilo era espectacular Ocaña no tanto.
Pero Camilo llegó con una cara agitanada que era una belleza, venían de la feria con un cesto lleno de ramos de manzanilla que olía mucho, con un sombrero negro y unos zuecos, yo le dije a Xavier ¿Este quien es? Y me dijo que era un pintor naif que se llama Ocaña, y yo le respondí, mañana lo quiero en mi estudio.
Y al día siguiente estaban allí los dos.
Y se hizo una sesión que en la exposición solo hay una foto, que es preciosa, recuerdo esa sesión como tan divertida, nos lo pasamos bomba, además estas cosas no las hacías para vender, porque esto de Ocaña nunca lo vendí, no lo he vendido en mi vida, bueno cuando murió Ocaña algo vendí pero vaya poco.
Muchas sesiones de fotos las hacíamos para nosotros, como divertimento, para reírnos, para él.
Es que las fotos de Ocaña eran hermosas además de provocativas, a mi me encanta la de ellos dos, que está en esta exposición porque además no es una foto entre comillas “Maricona”, para nada, están los dos hermosos, guapos, estupendos y yo para nada los ridicularizaba, nunca he trabajado en el campo mío sino en el de ellos, siempre juego en el campo de la gente que retrato.
Mira que yo nunca me moví  en el grupo de ellos, de Ocaña, Nazario,  yo era de otro grupo que también frecuenta Ocaña, de gente más de la cultura, era otros amigos, no era toda aquella banda que se  vestía de faralaes e iban rambla arriba y rambla abajo. Yo no era de esos.
Lo que si nos hacían mucha gracia y los retratábamos, e íbamos a sus exposiciones  y ellos a las nuestras y así.
Ocaña era un hombre muy curioso, y  cada vez pintaba mejor, yo cuando se murió me lleva un disgusto muy grande, porque empezaba a ser reconocido y a pintar mejor.
Nazario y Ocaña eran muy inteligentes y artistas, pero Camilo no tenía cualidades, pero era muy buen chaval y muy guapo, pero ninguna actitud artística.




Colita por Raúl Hidalgo



 Así como las fotografías a la Gauche Divine, ¿como era ese movimiento o colectivo?
Bueno, todo esto iba muy mezclado, lo de la Gauche, fue una broma.
Cerraron el Molino porque Mari Mistral enseñó una teta, el público le pedía que se la sacara y ella se la sacó.
Entonces entre el público había un policía maldito, un desgraciado que cerró el Molino durante un tiempo, porque la otra se  había sacado una teta, por escándalo público.
Cuando hubo la reinauguración, nosotros fuimos a rendir homenaje y a asistir, pues fuimos todos desde Terenci a Ventura Pons, Teresa Gimpera, todo Bocaccio en peso allí,  para aplaudirles por la reapertura de Molino, entonces yo envíe cuatro fotos a la prensa de Madrid, que se  llamaba “Mundo joven”, esta revista era de música, yo les pasaba fotos, y les pasé un pequeño reportaje del Molino, con toda la gente guapa que había allí, artistas de cine,etc..
La contestación que recibí de la revista fue, “no queremos saber nada de la Gauche Divine”, y yo me quedé sorprendida dije “¿que dice de la gauche divine?”.
Porque entonces Segarra tenia unos artículos en “Tele Express” que se llamaba “la rumba”, muy gracioso que era una crónica social, y Segarra para resumir la gente que había en las fotos y no nombrarlos a todos uno por uno, decía “estaba toda la Gauche Divine”.
Y entonces estábamos tomando una copa con ellos y Regás y le dije “mira que me ha pasado que esta revista dice que no quiere saber nada de la Gauche Divine”, y entonces ellos me dijeron que era normal porque era una revista del Opus, yo me quedé muerta.
Pensé madre mía estoy trabajando para una revista del Opus (Jajaj) y entonces yo pensé pues mira si se lo han tomado tan en serio vamos a reírnos un rato de ellos, y  en una servilleta de papel hicimos una lista de los nombre de artistas y gente que ellos denominaban la Gauche Divine, decíamos este sí que es mono, este no que es un cutre, etc…
Hicimos una lista, yo tenía muchas fotos de ellos y las que no tenía las hicimos, y realizamos una exposición, que se llamó  la “Gauche Qui Rit,”.
La colgamos y vino la policía corriendo y la cerró, porqué se pensaban que era algo panfletario o político, se pensaban que teníamos retratos del Che por todos los sitios.
Cuando vieron aquello no entendían nada, y la volvieron a abrir, nosotros no teníamos ninguna voluntad más que hacer una exposición tipo fiesta, que consistía en colgar las fotos de la expo que todos se vieran, se viesen guapísimos, tomar unas copas que era lo que más nos gustaba, echar unas risas y al día siguiente irnos a trabajar cada uno a sus trabajos y cerrar la exposición.
La exposición duro dos días, una la cerro la poli y otra nosotros. Osea que la expo fue un solo día.
Osea que duro un día y ha sido la exposición que más a dado que hablar, incluso libros analizando el movimiento de la Gauche Divine que solo duró un día y ese concepto perdurará para toda la vida,
Yo es que  me sigo tirando por el suelo de la risa, que me sigan preguntado por la Gauche Divine, es que era una broma, no existió nunca.
Entonces en Madrid,  me pidieron la exposición y yo tengo hasta un el catálogo con una presentación de Rajoy, que era ministro de cultura en aquella época.
A Madrid les vuelve locos lo de la Gauche Divine.  Me muero de la risa, si duró un día.
Esto se ha convertido en un MITO. 



Colita


¿Cual es la foto más querida para usted?
Depende del día, pero todos los que me gustan están en esta exposición. Pero hay dos especiales para mí que no están en esta expo y son dos carteles de teatro, uno de Shexpeare y otro de Gimerá, con Enric Majó, que son una maravilla.
Porque desgraciadamente hay muchas cosas que no están en esta exposición sobretodo de teatro.



Es muy interesante todo el animalario retocado con Photoshop. ¿Prefiere el digital o sigue tirando analógico?
Yo chico, nací en la época del analógico, entonces lo que controlo y con lo que mejor me expreso es con el analógico. Y entonces es aquello que llega el digital y lo quise probar y me puse a dar clases con un chico jovencísimo de 20 años y una paciencia infinita y me enseñó todo el tema digital y photoshop, que hice toda una colección de fotos de animales que están en la expo también. Y la verdad que salió bien.
Para mí fue una sorpresa salir del laboratorio, del cuarto oscuro, a la pantalla para mi fue una superación, fue duro.


¿Que no se ha visto de Colita y deberíamos ver?
Todas las fotos de teatro, o el homenaje a Christa Leem, que es precioso.
Hay cosas que no han cabido, Crhista era maravillosa, y aquí está en la parte de “Memorias de una diva” con Pawlosky,  que es una historia de una señora que da consejos por la radio como Helena Francis, hasta que triunfaba como artista.
Diferentes episodios con gente conocida por ejemplo había una secuencia fotográfica en el Barrio Chino de unas que se tiraban del moño peleándose, eran dos putas, interpretadas por Maruja Torres, y otra y desde la puerta del cabaret Christa Leem se las miraba.
Está en la expo.
Me fascinaba Violeta La Burra, la primera persona que fue al barrio chino a retratarla fui yo,la primera foto que tiene violeta con aquellos ramos de nabos se la hice yo, deben estar los negativos en algún lado, que pena no haberte conocido antes y habérmelo recordado, porque estaría en la expo, una pena.
Crhista Leem por Colita


¿Cree que ahora podría hacer esas fotos que hizo con esta España actual o hay una involución de la sociedad y la libertad?

No se podrían hacer ahora mis fotos, ha habido una involución total, una falta  de libertad, la prensa está vendida, yo no leo la prensa escrita, sólo alguna digital que me da confianza, y algunos artículos de gente que me fío y me interesa.
La irrupción en nuestra vida del PP últimamente ha sido fatídica, a todos los niveles, hay que hacer todo lo posible por sacárnoslos de encima, porque todo se ha ido a la mierda.
La educación, la sanidad y la cultura, La cultura se ha ido a la mierda.
La situación actual diaria que hay cosas que están peor he incluso que con el franquismo.

Foto por Colita

 
Romy por Colita

Cuando ibamos en el ascensor de la pedrera, el único que queda diseñado original por Gaudí, le comento que personaje es el que menos le gustó fotografiar, ella me mira a los ojos y me dice en voz baja, Dalí.

Amen Colita.


Colita por Raúl Hidalgo


Más información:  http://www.lapedrera.com/es/exposiciones/fotografia/colita-porque-si

Colita: http://www.colitafotografia.com/