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sábado, 18 de octubre de 2014

Miguel Méndez Camacho / Tres poemas

Ilustración de Nicoletta Tomas Caravia
Miguel Méndez Camacho
TRES POEMAS



LA SOLEDAD

Si miramos el rostro de la amada
y cerramos los ojos
para palparlo luego en la memoria
el fantasma del miedo nos traiciona.
Por eso los amantes
no se dan nunca nada el uno al otro
y las manos que recorren los cuerpos
no persiguen la piel
sino el olvido de la futura soledad.
Y las caricias se prodigan
no a los cuerpos
sino al vacío de la ausencia
al temor de quedar sin compañía.


TRISTURA

Las primeras señales del olvido
no son ritual de puertos o viajeros,
las ausencias
no requieren de adioses.
Los abandonos
no necesitan ceremonias.

Uno se va sin trenes,
sin aviones,
uno se van sin barcos.
Uno se va.


PARA DOS HABITANTES SOLITARIOS
Qué vasto nuestro imperio
de tres por cuatro metros
al final de una cómplice escalera,
que a veces sube
a hacernos la visita.

Que inexpugnable fortaleza
de cielos alquilados
con puertas de frontera
y cortinas de puentes levadizos.

Qué poderoso nuestro reino
de reyes, siervas, amos,
esclavos y princesas
para dos solitarios habitantes.




viernes, 17 de octubre de 2014

Miguel Méndez Camacho / Confesión


Miguel Méndez Camacho
CONFESIÓN

Ando perdido
pero jubiloso.
Confieso que no sé
a dónde voy,
pero la alegría me delata:
todos saben 
que vengo de tu cuerpo.



jueves, 16 de octubre de 2014

Miguel Méndez Camacho / Kampeones



Miguel Méndez Camacho
KAMPEONES

En la revista del colegio
una fotografía de treinta años atrás
donde estamos posando sudorosos
después de la victoria.
Todos tenemos un aire de grandeza
que hemos ido gastando:
el gallego Tomás,
el pecoso Pedroza,
el maracucho Antonio,
que hizo un gol memorable
y ahora tiene una casa de citas en Valencia.
El tatareto Vega,
que era puntero izquierdo
y ahora juega a político
por el ala derecha.
Siboney el negrito centro-medio
y Juan Ramón “Pocillo”
-porque tenía una oreja, solamente.

Al respaldo con mi letra de entonces
una larga leyenda que comienza
Campeones (con K)
el nombre y los apodos del equipo
los goles y su hazaña
con fecha y hora
de esa tarde de marzo 
cuando fuimos
brevemente inmortales.




miércoles, 15 de octubre de 2014

Miguel Méndez Camacho / Escrito en la espalda de un árbol



Miguel Méndez Camacho


Escrito en la espalda de un árbol


No recuerdo si el árbol daba frutos
o sombra,
sólo sé que dio pájaros.

Que era el centro del patio
y de la infancia.

Que en la madera fácil
tallé tu nombre encima
de un corazón flechado.

Y no recuerdo más:
tanto subió tu nombre con el árbol
que pudiste escaparte
en la primera cosecha que dio pájaros.






martes, 14 de octubre de 2014

Miguel Méndez Camacho / Lucrecia


Miguel Méndez Camacho
LUCRECIA

Mi madre nunca tiene en mis poemas
un lugar muy exacto,
siempre está dando vueltas
huyendo y regresando,
aquí y allá,
de la vigilia al alba,
limpiando y remendando mis palabras
como si fuera oficio de la casa.




domingo, 19 de mayo de 2013

Miguel Méndez Camacho / Don Pablo


Pablo Neruda

Miguel Méndez Camacho
DON PABLO

Señor, doctor, don, excelentísimo,
máster, míster, monsieur, su señoría
don Neftalí, don Pablo, don Neruda.

Conste que no me burlo,
es el respeto disfrazado de risa
pero no lo soporto
no le permito tamaña humillación,
tan grave ofensa
como escribirle un verso a la cebolla
y hacerlo bien.

Yo en cambio soy tan torpe 
en el oficio
que no puedo hilvanar 
más de tres versos
para decirle a la mujer que amo
esas cosas hermosas 
que usted malgasta
en congrios, alcachofas, perros muertos,
insectos y cebollas.

Maldito usted, don Pablo,
que utiliza palabras
y las deja inservibles.