Edward Gorey
ABSURDO Y MÍSTICO
«Cuando el mundo parece especialmente frágil, no hay nada más tranquilizador que una historia que quiza no nos tocará vivir. Para algunos, el consuelo consiste en leer una aterradora novela de crimen y misterio… o un libro de Edward Gorey. Como bien saben todos los adictos a Gorey.» New York Magazine
«No sé si de verdad recuerdo cómo era ser niño. En mi obra uso mucho a los niños, porque son tan vulnerables…» Edward Gorey
Asfixiados por alfombras, engullidos por el fango, atacados por osos o consumidos por las llamas, veintiséis niños inocentes descubren, sin tiempo para sorprenderse, el extremo riesgo de vivir.
Celebrada como la obra maestra de Edward Gorey, Los pequeños macabros, muestrario alfabético de destinos trágicos, alumbra el lado más transgresor y visionario de un artista excepcional.
Celebrada como la obra maestra de Edward Gorey, Los pequeños macabros, muestrario alfabético de destinos trágicos, alumbra el lado más transgresor y visionario de un artista excepcional.
15 x 13 cm; 64 pp. Cartoné con sobrecubierta
ISBN: 978-84-92412-64-8
Edward Gorey, premiado
La fábrica de vinagre
El Ministerio de Cultura falla los Premios a los Libros Mejor Editados 2010. “La fábrica de vinagre: Tres tomos de enseñanza moral” de Edward Gorey gana el Tercer Premio en la categoría “Obras Generales y de Divulgación”.”
En 1963, a los diez años de haber iniciado su carrera de escritor y dibujante, Gorey publicó este tríptico memorable con el irónico título colectivo La fábrica de vinagre: Tres tomos de enseñanza moral. Dos de los libros se ocupan de trágicos destinos infantiles y son un modelo de transgresión:Los pequeños macabros, muestrario alfabético de finales prematuros, en cuya portada la Parca posa junto a un grupo de niños a la vuelta de una excursión, antes del viaje definitivo, yEl dios de los insectos, historia de tentación, rapto y prácticas rituales. En el tercero, El ala oeste, no hay palabras, y el protagonista es una casa donde las grietas y el empapelado de las paredes, el sinsentido de las escaleras y las puertas y la turbulencia de los suelos son más intensos que los pocos seres vivos que deambulan por ella como fantasmas.
La presente edición, cuya traducción ha estado a cargo de Marcial Souto, ha contado con el apoyo del Institut Català de les Indústries Culturals.
En 1963, a los diez años de haber iniciado su carrera de escritor y dibujante, Gorey publicó este tríptico memorable con el irónico título colectivo La fábrica de vinagre: Tres tomos de enseñanza moral. Dos de los libros se ocupan de trágicos destinos infantiles y son un modelo de transgresión:Los pequeños macabros, muestrario alfabético de finales prematuros, en cuya portada la Parca posa junto a un grupo de niños a la vuelta de una excursión, antes del viaje definitivo, yEl dios de los insectos, historia de tentación, rapto y prácticas rituales. En el tercero, El ala oeste, no hay palabras, y el protagonista es una casa donde las grietas y el empapelado de las paredes, el sinsentido de las escaleras y las puertas y la turbulencia de los suelos son más intensos que los pocos seres vivos que deambulan por ella como fantasmas.
La presente edición, cuya traducción ha estado a cargo de Marcial Souto, ha contado con el apoyo del Institut Català de les Indústries Culturals.
El huésped dudoso
««Al nuevo gramófono
le arrancó de cuajo la bocina
y no había manera de bajarle
el nivel de adrenalina.
Llevaba afuera todos
los objetos que más quería
y los salvaba tirándolos
en el estanque al mediodía.»
Hay que ser muy educado para soportar a ciertos huéspedes, sobre todo si nos rompen los libros, nos muerden los platos y no nos prestan atención. Sobre todo si se instalan en nuestra casa y se niegan a marcharse. Cuando en alguna furiosa noche de invierno oiga sonar el timbre, no acuda a la puerta y apague la luz.
El huésped dudoso (1957) confirma el prodigioso talento de Edward Gorey.
El huésped dudoso (1957) confirma el prodigioso talento de Edward Gorey.
«Hace poco vi un estupendo libro ilustrado, El huésped dudosode Edward Gorey. Si todavía no lo conocen, lo recomiendo sin ninguna reserva.» Herman Hesse
11 x 18 cm; 32 pp. Cartoné con sobrecubierta
ISBN: 978-84-92412-81-5
El zoo absoluto
Del zoológico personal de Edward Gorey, una colección de animales exóticos no siempre mansos y no siempre peligrosos, no siempre grandes y no siempre pequeños, no siempre tímidos y no siempre comestibles. Unos flotan, otros se arrastran. Algunos duermen todo el día y hay uno que no deja de mirar. Conviene entrar con cuidado.
«Por algún motivo mi misión en la vida consiste en producir la mayor incomodidad posible, porque así es el mundo.» Edward Gorey
15 x 13 cm; 64 pp. Cartoné con sobrecubierta
ISBN: 978-84-92412-82-2
Etiquetas Edward Gorey, El zoo absoluto
El Wuggly Ump
«Tralalarta, tralalerta,
el Wuggly Ump está a la puerta.
Ay qué ruidos tan poco tiernos.
¿Por qué ha venido a vernos?
Esos ojitos, esa mirada
en cara tan obstinada.
¡Qué garras desagradables!,
¡qué fauces abominables!»
Tres niños despreocupados y felices que cantan y trenzan flores; un monstruo cavernario que come fango y sanguijuelas y quiere cambiar de dieta; un encuentro inevitable y el triunfo de la naturaleza. Dulce y perturbadora, El Wuggly Ump es otra obra maestra del inimitable Edward Gorey.
«Me dicen que soy un artista de culto. Pero cuando veo a todo lo demás que recibe el título de ‘de culto’, me parecen cosas de débiles mentales. En fin, supongo que ser ‘de culto’ es mejor que ser nada.» Edward Gorey
15 x 13 cm; 64 pp. Cartoné con sobrecubierta
ISBN: 978-84-92412-80-8
La fábrica de vinagre
«Oscuras obras maestras de moral surrealista, bellamente ejecutadas.» Vanity Fair
«Por algún motivo mi misión en la vida consiste en producir la mayor incomodidad posible, porque así es el mundo.» Edward Gorey
En 1963, a los diez años de haber iniciado su carrera de escritor y dibujante, Gorey publicó un tríptico memorable con el irónico título colectivo La fábrica de vinagre: Tres tomos de enseñanza moral. Dos de los libros se ocupan de trágicos destinos infantiles y son un modelo de transgresión: Los pequeños macabros, muestrario alfabético de finales prematuros, en cuya portada la Parca posa junto a un grupo de niños a la vuelta de una excursión, antes del viaje definitivo, yEl dios de los insectos, historia de tentación, rapto y prácticas rituales. En el tercero, El ala oeste, no hay palabras, y el protagonista es una casa donde las grietas y el empapelado de las paredes, el sinsentido de las escaleras y las puertas y la turbulencia de los suelos son más intensos que los pocos seres vivos que deambulan por ella como fantasmas.
La presente edición, que incluye un cuadernillo biográfico, recupera el espíritu y el estilo original de aquella obra triple, publicada en Nueva York por Simon and Schuster hace casi medio siglo.
La presente edición, que incluye un cuadernillo biográfico, recupera el espíritu y el estilo original de aquella obra triple, publicada en Nueva York por Simon and Schuster hace casi medio siglo.
15 x 13 x 4 cm. Estuche.
ISBN: 978-84-92412-67-9
«Charlotte Sophia quedó en manos del abogado de la familia. El abogado la puso de inmediato en un internado. Allí, las maestras la castigaban por cosas que no había hecho. Las otras alumnas le rompían la muñeca, arrancándole piernas y brazos...»
Huérfana, atormentada por las compañeras de colegio, esclavizada por un bruto alcohólico, la protagonista de este libro sobrevive, animada sólo por su fuerza infantil, para seguir sufriendo.
La niña desdichada (1961), trágica crónica de la vida de Charlotte Sophia,es materia perfecta para el magistral arte narrativo de Edward Gorey.
La niña desdichada (1961), trágica crónica de la vida de Charlotte Sophia,es materia perfecta para el magistral arte narrativo de Edward Gorey.
«La obra de Edward Gorey es extraordinaria y misteriosa.»
Max Ernst
15 x 13 cm; 64 pp. Cartoné con sobrecubierta
ISBN: 978-84-92412-58-7
El curioso sofá
«El sofá estaba en una habitación sin ventanas, forrada con pieles de oso polar y por lo demás vacía. Tapizado en terciopelo rojo, el sofá tenía nueve patas y siete brazos.»
El curioso sofá (1961), clásico de Edward Gorey firmado con el seudónimo de Ogdred Weary, es una hilarante parodia de los tópicos de la literatura pornográfica.
Poblada de caballeros bien dotados, doncellas deliciosamente simpáticas, perros inmorales, adminículos sorprendentes, juegos excitantes, fiestas libertinas y un inquietante sofá, esta obra maestra de la imaginación erótica confirma que el principal órgano sexual humano es el cerebro.
Poblada de caballeros bien dotados, doncellas deliciosamente simpáticas, perros inmorales, adminículos sorprendentes, juegos excitantes, fiestas libertinas y un inquietante sofá, esta obra maestra de la imaginación erótica confirma que el principal órgano sexual humano es el cerebro.
«En cuanto estuvieron todos metidos en la sala, Sir Egbert cerró la puerta y puso en marcha el mecanismo que había dentro del sofá...»
«Oscuras obras maestras de moral surrealista, bellamente ejecutadas.» Vanity Fair
«Una de las mentes artísticas y literarias más originales de la Norteamérica de fines del siglo xx.» Los Angeles Times
«Increíblemente sofisticado, elegante, sagaz y lleno de inventiva.» The New York Observer
«Hombre de enorme erudición. Artista y escritor genial.» The New Yorker
«Maestro de la narrativa gráfica; dibujante extraordinario.» The New York Times
«Parezco una persona real, pero en el fondo no lo soy en absoluto. Soy un impostor.» Edward Gorey
En El ala oeste, no hay palabras, y el protagonista es una casa donde las grietas y el empapelado de las paredes, el sinsentido de las escaleras y las puertas y la turbulencia de los suelos son más intensos que los pocos seres vivos que deambulan por ella como fantasmas.
15 x 13 cm; 64 pp. Cartoné con sobrecubierta
ISBN: 978-84-92412-65-5
Libros del Zorro Rojo quiere difundir y agradecer las reseñas publicadas en los medios de prensa, con motivo de la publicación de La bicicleta epipléjica y La niña desdichada de Edward Gorey.
«Fue el día después del martes y el día antes del miércoles. Embley y Yewbert se estaban golpeando con mazos de croquet cuando oyeron un ruido detrás del muro y apareció una bicicleta sin ciclista...»
Una bicicleta que anda sola tienta a unos hermanos aburridos y los lleva por largos paisajes cargados de misterio. Una aventura extravagante que dura casi doscientos años.
En La bicicleta epipléjica (1969), el espacio, el tiempo y la conducta de los personajes se rigen por leyes propias, dominadas por el humor y el absurdo.
En La bicicleta epipléjica (1969), el espacio, el tiempo y la conducta de los personajes se rigen por leyes propias, dominadas por el humor y el absurdo.
«Edward Gorey es sublime, absurdo y místico.»
Oskar Kokoshka
11 x 18 cm; 64 pp. Cartoné con sobrecubierta
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