Nicoletta Ceccoli
CADA LIBRO ES UN PEQUEÑO UNIVERSO
Por Laura Reyes
Personajes encantadores y una buena cuota de sensibilidad e imaginación son una constante en la obra de la fabulosa artista italiana Nicoletta Ceccoli (1973). Formada en el Instituto de Arte de Urbino y rodeada por la mística tan fabulosa de aquella legendaria ciudad, la artista desarrolla en su estudio una obra rica en símbolos, poesía visual para los amantes de aquel mundo fantasioso y melancólico, lleno de objetos curiosos que nos invitan a descubrir historias detrás de cada escena, a menudo rodeadas de un aire infantil que revela la lucha y el conflicto que cada uno de nosotros experimenta al crecer. Con trabajos expuestos en la ya clásica Feria del Libro Infantil de Bolonia, Ceccoli ha ganado durante su trayectoria varios importantes galardones internacionales, entre ellos el premio Andersen-Baia delle Favole (2001), el premio a la excelencia otorgado por la publicación Communication Art y la medalla de plata de la Sociedad de Ilustradores de Nueva York (2006). Quisimos conocer más de tan elemental creadora, el resultado en esta conversación desde Italia.
Personajes encantadores y una buena cuota de sensibilidad e imaginación son una constante en la obra de la fabulosa artista italiana Nicoletta Ceccoli (1973). Formada en el Instituto de Arte de Urbino y rodeada por la mística tan fabulosa de aquella legendaria ciudad, la artista desarrolla en su estudio una obra rica en símbolos, poesía visual para los amantes de aquel mundo fantasioso y melancólico, lleno de objetos curiosos que nos invitan a descubrir historias detrás de cada escena, a menudo rodeadas de un aire infantil que revela la lucha y el conflicto que cada uno de nosotros experimenta al crecer. Con trabajos expuestos en la ya clásica Feria del Libro Infantil de Bolonia, Ceccoli ha ganado durante su trayectoria varios importantes galardones internacionales, entre ellos el premio Andersen-Baia delle Favole (2001), el premio a la excelencia otorgado por la publicación Communication Art y la medalla de plata de la Sociedad de Ilustradores de Nueva York (2006). Quisimos conocer más de tan elemental creadora, el resultado en esta conversación desde Italia.
Nicoletta, tu obra es tan mágica y vívida, un deleite para grandes y pequeños. ¿Qué podrías contarnos de tu niñez y cómo ella afectó tu forma de ver el arte al momento de optar por una temática quizás más ligada al mundo infantil?
Nací y aún vivo en la pequeña república de San Marino, en el centro de Italia. Crecí en una pequeña casa de campo, rodeada por los animales de mi padre, entre ellos, conejos, gallinas y tórtolas. Mi padre es artesano, trabaja la madera y es el creativo de la familia. Pasé gran parte de mi infancia creando juguetes, pequeños objetos hechos con mis manos en su laboratorio. Era una niña solitaria y muy tranquila. Mi madre era maestra de primaria y ella ha sido mi mayor apoyo en todas las elecciones que hice en el campo del arte, desde la escuela hasta mi profesión actual de ilustradora. Antes que yo lo hiciera, ninguno de ellos estaba directamente interesado en esta disciplina. Siempre sentí el deseo de contar historias con mis obras de arte.
Nací y aún vivo en la pequeña república de San Marino, en el centro de Italia. Crecí en una pequeña casa de campo, rodeada por los animales de mi padre, entre ellos, conejos, gallinas y tórtolas. Mi padre es artesano, trabaja la madera y es el creativo de la familia. Pasé gran parte de mi infancia creando juguetes, pequeños objetos hechos con mis manos en su laboratorio. Era una niña solitaria y muy tranquila. Mi madre era maestra de primaria y ella ha sido mi mayor apoyo en todas las elecciones que hice en el campo del arte, desde la escuela hasta mi profesión actual de ilustradora. Antes que yo lo hiciera, ninguno de ellos estaba directamente interesado en esta disciplina. Siempre sentí el deseo de contar historias con mis obras de arte.
Si la ilustración y la pintura eran tu camino, ¿por qué optaste por estudiar animación en el Instituto de Arte de Urbino?
Decidí estudiar animación en Urbino porque allí vi las obras más imaginativas y juguetonas que he conocido en las escuelas de arte que visité en ese momento. El Instituto fue uno de los mejores de Italia, y casi el único donde se podía estudiar animación. Aunque tuve un par de experiencias como diseñadora de personajes para cine animado, nunca sentí que quisiera realmente dedicarme a hacer filmes. Encuentro que la ilustración me calza mejor que la animación, porque siempre me ha gustado dedicarme a hacer imágenes fijas individuales, pasar el tiempo creándolas preocupada por los detalles en cuanto a colores, antes que pensar en una escena en movimiento.
Los libros para niños, ¿cómo llegan a tu vida y qué hace tan especial este oficio de crear ilustraciones para un público infantil?
Mi interés por este tipo de ilustración fue natural durante los primeros años en la escuela de arte. Desde que recuerdo siempre he estado rodeada por los hermosos libros de niños de mi madre y al crecer simplemente nunca dejé comprarlos y amarlos más aún al olerlos. Siendo estudiante, fui seleccionada en 2005 por la Feria del Libro Infantil de Bolonia, un programa que selecciona las mejores ilustraciones de todo el mundo pertenecientes a libros publicados o no publicados, probablemente uno de los más importantes en el campo. Así es que esto me animó en seguir esa dirección. Una cosa que me encanta sobre hacer libros, es que cada uno requiere dedicación durante varios meses, es decir, tú vives en y con él durante mucho tiempo para acércate más afectivamente a la historia y a los personajes. En un libro eres una especie de director del mismo, pues creas la configuración de los actores vestidos. Cada libro es un pequeño universo al que debes dar nueva vida.
Hablando de referentes, ¿cuáles son los tuyos?
Son varios artistas los que me gustaría nombrar, entre ellos Remedios Varo, Mark Ryden, Alberto Savinio, Magritte, Escher, Jeronimous Bosh y Stasys Eidrigevicious, uno de mis ilustradores favoritos por su humor surrealista y oscuro. Binette Shroeder es otro gran ilustrador de libros para niños que me ha influenciado profundamente por su caprichoso surrealismo. El arte de Dave Mc Kean también me ha inspirado a experimentar con Photoshop; podría seguir nombrando a muchos más eternamente.
¿Qué tipo de trabajos disfrutas realizar y qué crees que transmiten?
Me encanta sobre todo hacer niñas que son una especie de mi otro yo, entre la infancia y la adolescencia. Tal vez porque en mi interior no me siento como un adulto aún. Pienso que mis imágenes personales expresan una nostalgia delicada, vanidad, fragilidad, crueldad y belleza al mismo tiempo. También me encanta jugar con las contradicciones dentro de mis dibujos. Son como el lado oscuro de una canción infantil, algo caprichoso, inquietante y duro, un sueño de cosas bonitas con un toque de oscuridad.
Me encanta sobre todo hacer niñas que son una especie de mi otro yo, entre la infancia y la adolescencia. Tal vez porque en mi interior no me siento como un adulto aún. Pienso que mis imágenes personales expresan una nostalgia delicada, vanidad, fragilidad, crueldad y belleza al mismo tiempo. También me encanta jugar con las contradicciones dentro de mis dibujos. Son como el lado oscuro de una canción infantil, algo caprichoso, inquietante y duro, un sueño de cosas bonitas con un toque de oscuridad.
¿Cómo describirías tu estudio y la dinámica que allí se revela al crear?
Mi estudio no es lo suficientemente grande para todos mis papeles, lápices, herramientas y libros. Para trabajar me encanta escuchar mi radio favorita Rai Radio Tre, donde puedo encontrar buena música contemporánea y oír hablar sobre literatura, arte y cine todo el día. Mis primeros libros fueron hechos a partir de técnicas clásicas, en acrílico sobre papel, pues la ilustración digital aún no existía. Ahora, en los últimos años me ha encantado hacer experimentos con mi computador, sobre todo con Photoshop y fotografía digital. Me fascina usar el computador tanto como trabajar con pinceles directamente sobre el papel. En los últimos tiempos he intentado también con aerógrafo. Para cualquiera de estas direcciones técnicas es el mismo proceso detrás en términos conceptuales.
¿Y en términos técnicos?
Mi estudio no es lo suficientemente grande para todos mis papeles, lápices, herramientas y libros. Para trabajar me encanta escuchar mi radio favorita Rai Radio Tre, donde puedo encontrar buena música contemporánea y oír hablar sobre literatura, arte y cine todo el día. Mis primeros libros fueron hechos a partir de técnicas clásicas, en acrílico sobre papel, pues la ilustración digital aún no existía. Ahora, en los últimos años me ha encantado hacer experimentos con mi computador, sobre todo con Photoshop y fotografía digital. Me fascina usar el computador tanto como trabajar con pinceles directamente sobre el papel. En los últimos tiempos he intentado también con aerógrafo. Para cualquiera de estas direcciones técnicas es el mismo proceso detrás en términos conceptuales.
¿Y en términos técnicos?
La diferencia es que cuando se trata de técnica tradicional planeo todo muy detalladamente al empezar con los colores, pues los errores en el acrílico sobre papel o lienzo son difíciles de corregir. Por el contrario cuando trabajo técnicas digitales puedo cambiar muchas veces los colores y las formas durante el proceso, así es que estoy más abierta a la sorpresa cuando uso lo digital. Acerca de mis experimentos con muñecos de arcilla y fotografía digital, se pueden ver ejemplos en mis libros “Oscar and the Mooncats” y “The Boo Book”. Hice los bocetos en papel de todas las obras de arte que fueron aprobadas por el editor, luego traduje los personajes y los llevé a la plastilina y el barro, ambos pintados encima, entonces tomé fotografías, las monté y trabajé todo en Photoshop agregando sombras, texturas y modificando los colores.
Hasta el momento, ¿qué proyectos -obras personales o publicaciones- recuerdas con mayor afecto ya sea por el resultado o por el proceso que los vio nacer?
Algunos de los temas más interesantes en mi trabajo podrían ser aquellos realizados en el Instituto de Arte de Urbino, en el interior de un palacio ducal que data del siglo XV. Se trata de una especie de castillo mágico donde el tiempo parece haberse detenido, era increíble hacer nuestras clases allí. La ciudad de Urbino es un museo al aire libre, todo es antiguo y atemporal. En Urbino, tuve la primera oportunidad de ver en persona las obras maestras de Piero della Francesca. Siento que el silencio tan puro de mi arte de carácter personal proviene de su influencia. Su trabajo sigue siendo tan moderno, aunque es del 1500. Otros temas recurrentes son las muñecas o juguetes. Recuerdo que hice mi tesis el año pasado sobre este tema.
Los juguetes son un universo fantástico…
Los juguetes son un universo fantástico…
Así es, me fascinan estas misteriosas criaturas silenciosas. Cuando estoy en otro lugar de la ciudad nunca dejo de visitar un museo del juguete. Me parece misteriosamente sin vida pero lleno de ella. Quizás por eso para mí fue tan gratificante trabajar en un libro como “The girl in the castle inside the museum” publicado por Swartz y Wade (Random House). Veo a la niña – muñeca del libro, inmovilizada dentro de su castillo en un hermoso museo del juguete, como si fuera yo. Me siento atrapada en mis ilustraciones y mundos imaginarios, a veces, es un lugar seguro para estar, lejos de la vida real y de las personas con las que me resulta difícil relacionarme, pues en el fondo soy muy tímida.
Lo onírico siempre está muy presente en tu arte. ¿Qué fue lo último que soñaste?
Era una niña y estaba en la parte superior de un castillo, mirando hacia abajo. Perdía el equilibrio y caía, mientras lo hacía miraba a través de las ventanas la vida de otras personas, ellas se daban vuelta a observarme. La caída duró mucho tiempo, podría decir años, al fin toqué el fondo transformada en una anciana.
¿Cuál es el próximo paso de Nicoletta Ceccoli?
La preparación de una exposición personal en Animazing, una galería de Nueva York.
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