Una fiesta para Jorge Edwards se convierte en un gran homenaje a Carmen Balcells La representante más poderosa de autores en español prepara la reorganización de su agencia
ROSA MORA Barcelona 4 MAY 2000
La centralita de Carmen Balcells Agencia Literaria ardió literalmente ayer. La noticia de la retirada de la prestigiosa agente, comentada en el congreso de editores de Buenos Aires, la colapsó. "¿Es posible que lo deje?". Sus autores, editores, amigos e incluso enemigos no dejaron de llamar en todo el día. Ella, más tranquila que nunca, organizó un almuerzo en honor de Jorge Edwards, que el lunes pasado recibió el Premio Cervantes, y las 25 personas reunidas brindaron por el escritor chileno y por el éxito de su libro El sueño de la historia, y sobre todo rindieron homenaje a Carmen.
Espléndida, vestida de blanco marfil, totalmente recuperada de su reciente bronquitis y flanqueada por sus imprescindibles Gloria Gutiérrez y Carina Pons, Carmen Balcells se comportó con su amable y simpático hermetismo de siempre. "¿Es cierto que me han despedido?", respondió con humor a todas las preguntas. Sus autores temen que deje la agencia, pero no acaban de creérselo. Ni ellos ni casi nadie de los que la conocen. "Seguro que lo que hace es irse al piso de arriba", comentó un editor. Carmen posee un enorme despacho en la Diagonal barcelonesa y un espléndido piso en el mismo edificio. Eso es lo que hará, lo que está haciendo, dicen, irse al piso de arriba.La agente, que tiene un hijo y dos nietas, cumplirá 70 años el próximo mes de agosto y aseguró que para entonces o antes introducirá una importante reorganización en su agencia, cambios que ya han empezado de hecho: en los últimos años son Gloria y Carina quienes representan a la agencia en la Feria Internacional del Libro de Francfort y en otros encuentros editoriales, y fue Gutiérrez quien estuvo en Alcalá de Henares cuando Jorge Edwards recibió el Premio Cervantes.
El próximo 26 de mayo Balcells recibirá en Valencia, de manos del rey Juan Carlos, la medalla de oro de bellas artes. Explicará entonces o después -o cuando quiera, dejó Carmen muy claro- cómo quedará la agencia y los primeros en saberlo serán quienes trabajan con ella, sus autores y los editores con los que colabora.
En la fiesta de Edwards-Balcells, en un conocido restaurante de Barcelona, estuvieron ayer, entre otros, Beatriz de Moura y Antonio López Lamadrid, de Tusquets, la editorial que publica al escritor chileno; Eduardo Mendoza; Ricardo Bofill; Luis López Lamadrid, director del Festival de Peralada; Luis Palomares, marido de Carmen; familiares de Edwards, y una invitada muy especial: la colombiana Maruja Pachón, una de las secuestradas de Pablo Escobar, que aparece en el libro Noticia de un secuestro, de Gabriel García Márquez. El encuentro tuvo un ambiente especial y entrañable y los comensales discutieron incluso sobre la fotografía de Jorge Edwards que ha de ilustrar la próxima reedición de su libro Persona non grata.
Carmen Balcells estuvo como una auténtica reina, hablando con cada uno de los asistentes, haciendo fotografías con una pequeña cámara, bromeando y desconcertando a todos. "¿De verdad que lo deja? ¿Con esta vitalidad?". "¿De verdad que va a dejar a García Márquez, a Vázquez Montalbán, a Marsé, a José Luis Sampedro, a tantos de sus autores?". Seguro que no del todo, concluyeron.
Casi unánimemente se decidió organizar autocares para viajar a Valencia cuando la agente reciba la medalla de bellas artes. Será un gran homenaje.
Territorio prohibido
Hablar de contratos, adelantos o de formas de pago con Carmen Balcells es territorio prohibido. Es una forma de proteger a sus autores y es sabido que ella hace las mil y una para que no tengan que vivir agobiados malentregando una novela cada seis meses, o cada año, para poder llegar a final de mes. Las cifras que se barajan en torno a las obras de Gabriel García Márquez, por ejemplo, han entrado en la leyenda y nadie, salvo los interesados, pueden decir si son o no ciertas. En 1985 circuló que se había pagado un millón de dólares por El amor en los tiempos del cólera; cuatro años después, Le Monde puso en 10 millones de dólares el adelanto por El general en su laberinto. Fue una de las pocas veces en que Carmen salió a la palestra para replicar: "Los derechos de autor de la última novela de García Márquez, caso de venderse, valdrían más de los 10 millones de dólares que se citan en Le Monde, pero lo que negociamos no es la venta de derechos, sino una cesión a distintas editoriales del mundo en diferentes condiciones; a mí me pidieron que hiciera una estimación global del volumen de esta operación, sumando esto y aquello, sin entrar en detalles ni cálculos, mencioné esa cantidad, pero no se trata de que yo pida 10 millones de dólares por la novela".Sabia respuesta, con la que está totalmente de acuerdo García Márquez: "Nunca hablo de dinero con editores, porque tengo una agente literaria que habla por mí mejor que yo; primero porque es mujer, y después, porque es catalana".
De lo que no hay duda es de que las relaciones entre Gabriel García Márquez y Carmen Balcells no son puramente crematísticas. Les une desde hace muchos años una gran amistad, hasta el punto de que Gabo es uno de los buenos consejeros de Carmen y uno de los que le presta el hombro cuando está triste.
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